El tabaquismo es uno de los principales problemas de salud pública y la principal causa de muerte evitable en el mundo, además de ser un importante factor de riesgo de dos de las principales causas de mortalidad prematura: las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, y es el principal factor causante de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
En España se estima que el tabaquismo causa más de 52.000 muertes anuales, la mitad de ellas por cáncer. El tabaquismo causa muchas más muertes que los accidentes de tráfico, con el agravante de que muchas de estas son prematuras. Un 25 % del total de las defunciones ocurridas en sujetos de 35 a 64 años son atribuibles al tabaco. 4 de cada 5 muertes por cáncer de pulmón se relacionan con este, seguida de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la cardiopatía isquémica
Así mismo, el tabaco influye negativamente en la salud bucal, al tratarse de un factor de riesgo para la aparición de cáncer oral, diferentes lesiones en las mucosas, enfermedades periodontales y periimplantarias.
El hábito tabáquico tiene muchos efectos negativos en la boca. Si consideramos esto desde un punto de vista cualitativo, su relación con el cáncer oral es obviamente el efecto nocivo más grave a tener en cuenta ya que la tasa de supervivencia relativa para el cáncer oral en cinco años es de alrededor un 50 %. Sin embargo, cuantitativamente, su importancia se centra más en la enfermedad periodontal, pues esta enfermedad afecta a un porcentaje importante de la población. Además, en los últimos años, dada la alta prevalencia de problemas periimplantarios, se le está dando cada vez mayor relevancia a la relación del tabaco con la supervivencia de los implantes dentales.
Es importante resaltar que el tabaquismo junto al consumo excesivo de alcohol incrementa aún más el riesgo de desarrollar cáncer oral al tener un efecto sinérgico. Se ha estimado que entre el 75 y el 90 % de los casos de cáncer oral se relacionan con el efecto combinado de ambos.
El hábito tabáquico tiene una gran relevancia en el desarrollo y progresión de la enfermedad periodontal, limita la respuesta al tratamiento y tiene también graves consecuencias en la terapia de implantes. Esto puede implicar importantes repercusiones para los pacientes; como la pérdida dentaria, la peor calidad de vida, así como en su salud por las implicaciones sistémicas de la periodontitis.
De igual manera el tabaco puede alterar la calidad y cantidad de saliva, favoreciendo la aparición de caries, el mal olor bucal (Halitosis), dificultad para tragar y hablar, problemas para la adhesión y retención de prótesis, alteraciones en el sentido del gusto y olfato, pigmentaciones dentarias, entre otros.
El abandonar el hábito del tabaco es una decisión importante que no debe aplazarse. Desde las primeras 24 horas sin fumar nuestras células empiezan a recuperarse poco a poco y a las pocas semanas notaremos una mejoría tanto física como anímica. En cuanto a nuestra salud bucal la cesación de este hábito nos permitirá una mayor efectividad y mejor pronostico de nuestros tratamientos que se traducirán en una mejor calidad de vida junto con una linda sonrisa.
Si estas pensando en dejarlo y necesitas ayuda no dudes en consultarnos.